Novelista y cuentista estadounidense. También es intérprete en un grupo de música para el que compone algunas letras de las canciones. Su obra suele tratar sobre la intolerancia, sobre el miedo a lo ajeno, sobre el aislamiento cultural.
Después de leer cada uno de los párrafos que se recogen a continuación, conteste a las preguntas lo mejor que sepa.
En esta zona de la ciudad, que en el curso de los años se ha convertido en hogar de muchos de los recién llegados a nuestro país, podemos observar en funcionamiento el gran crisol americano, que, al variar los flujos migratorios, también se ha modificado. Si bien, como en el caso de una pizarra en la que sólo se ha borrado parte de la lección de ayer, sus calles todavía conservan las huellas de los que llegaron antes. Hace cincuenta años, este barrio pasó a ser el hogar de docenas de judíos del Este de Europa que huían de la persecución. Con el paso del tiempo, sin embargo, en distintos edificios han aparecido caracteres chinos al lado de los hebreos. El que en otro tiempo podía describirse como un barrio judío se ha convertido en parte del barrio chino.
En las tiendas se venden raíces de jengibre, setas deshidratadas y huevos de pato en conserva. Vendedores ambulantes con su carritos ofrecen, por un dólar, verduras al curry y fideos de arroz en cajas de cartón. Un anciano instala su puesto en la acera, pone suelas nuevas a sandalias chinas con goma de neumáticos usados. Por otra parte, a la vuelta de la esquina, judíos ortodoxos con sus tirabuzones y sus solideos atienden una hilera de establecimientos de electrónica. Una tienda de variantes todavía presenta sus mercancías en barriles con agua salada.
Aunque en la fachada de piedra aún están grabadas las palabras «Escuela para niños del rabino Loew», la casa es ahora un edificio de apartamentos habitado por familias chinas. En el bajo, la consulta del doctor Un se halla junto al parque infantil al que iba de niño. Cuando los hijos del doctor Lin hayan crecido, el barrio habrá cambiado de nuevo, pero una cosa es cierta: los continuos añadidos a nuestro estupendo crisol contribuyen sin duda a hacer grande nuestro país.
A. El doctor Lin murió en su consulta por disparos de arma de fuego el viernes por la tarde. El difunto:
- ¿Se sentía poco seguro en su consulta?
- ¿Conocía a su agresor?
- ¿Trató de defenderse?
- ¿Suplicó que no lo mataran?
- ¿Gritó para pedir ayuda?
- ¿Que los disparos no se oyeran?
- ¿Que se pensara que eran detonaciones del tubo de escape de un automóvil?
- ¿Que se considerasen un asunto ajeno y se ignorasen con un encogimiento de hombros?
- ¿Que no se denunciaran por temor a represalias de los delincuentes?
- ¿Que no se denunciaran por temor a la policía?
- ¿Por indignación?
- ¿Por miedo?
- ¿Por desesperación?
- ¿Por venganza?
- ¿Por error?
- ¿Importante?
- ¿Triste?
- ¿Molesto?
- ¿Enfadado?
- ¿Indiferente?
Dos vecinos del barrio se acercan a un cartel que se ha colocado en la verja delante de la consulta del doctor Lin. Debajo de las palabras «Se busca» aparece un retrato robot. Junto al cartel sigue atado a la verja un trozo de cinta amarilla de la policía. Los dos hombres hablan mirando el cartel.
VECINO 1:¿ Lo conocía?
VECINO 2: No. Pasé ayer por aquí al volver a casa, pero no me detuve.
VECINO 1: Vine en cuanto oí las sirenas, pero no vi nada.
VECINO 2: Pensaba que hoy habría policías por todas partes, pero no hay nada.
Los dos examinan el retrato robot. Representa el rostro de un negro de facciones corrientes.
VECINO 1: Anoche oí decir a un policía que había sido un robo.
VECINO 2: Dicen que al doctor le dispararon dos veces por la espalda. ¿Cree que trataba de coger su pistola?
VECINO 1: Yo no hubiese intentado resistirme. Si me pegaran un tiro, mi mujer me mataría.
Ambos ríen entre dientes.
VECINO 2: Mi hijo pequeño juega todos los días en el parque. Pensar que esto haya sucedido tan cerca...
El VECINO 2 escupe y se va. Después de que se haya ido, el VECINO 1 arranca la cinta de la policía y se la guarda en el bolsillo.
E. Cuando el Vecino 1 visitó la escena del crimen la noche del asesinato, se sintió:
- ¿Intrépido?
- ¿Personalmente implicado?
- ¿Empujado?
- ¿Emocionado?
- ¿Con derecho?
- ¿Por temor a que le calificaran de mirón?
- ¿Convencido de que alejarse de una tragedia evita desgracias futuras?
- ¿Para evitar sospechas, aunque no fuera culpable?
- ¿Indignado porque una cosa así hubiese sucedido en su barrio?
- ¿Con la esperanza de que el crimen desapareciera si lo ignoraba?
- ¿Miedo?
- ¿Sospecha?
- ¿Respeto?
- ¿Vergüenza?
- ¿Costumbre?
- ¿Se hicieran un gesto amistoso con la mano?
- ¿Se saludaran secamente con una inclinación de cabeza?
- ¿Hablaran cordialmente?
- ¿Se cruzaran sin mirarse?
- ¿Se pusieran colorados, visiblemente molestos?
- ¿Indignado?
- ¿Nervioso?
- ¿Divertido?
- ¿Indiferente?
- ¿Perseguido?
- ¿Lo mirase fijamente?
- ¿Sonriera?
- ¿Sospechara?
- ¿Respondiera a un posible saludo?
- ¿Evitara el contacto visual?
- ¿Sospechoso?
- ¿Escandaloso?
- ¿Sorprendente?
- ¿Comprensible?
- ¿Muy poco razonable?
DOCTOR ASESINADO
Un médico murió en su consulta por disparos
de arma de fuego durante un robo, según la policía.
A eso de las ocho de la tarde, un vecino del edificio,
que pasaba por delante de la ventana del piso bajo,
descubrió el cuerpo del doctor Xang Ling,
de 35 años, tendido en el suelo de su consulta.
Al doctor le dispararon dos veces por la espalda
y tenía vueltos los bolsillos, dijo un portavoz
de la policía.
No había señales de que el agresor hubiera entrado
por la fuerza, dijeron los detectives.
El doctor Ling llevaba varios años practicando
la medicina en el barrio, según uno de los vecinos
del inmueble.
L. Cree usted que un familiar conservaría este artículo por:
- ¿Obligación?
- ¿Respeto?
- ¿Indignación?
- ¿Dolor?
- ¿Desesperación?
- Sin duda.
- Posiblemente.
- Quizás.
- Podría ser.
- En absoluto.
- ¿Joven?
- ¿Mujer?
- ¿Rico?
- ¿Famoso?
- ¿Mutilado?
Desde los legendarios días del Oeste americano, el cartel en el que se ofrece una recompensa no ha cesado de ser un pilar de la cultura de los Estados Unidos. Empezando por el de Jesse James, de infausta memoria, hasta el «Más buscado» de cualquier oficina de correos local, estos carteles tan especiales han sufrido una transformación extraordinaria, y han terminado por dejar huella tanto en la historia como en el arte. Mucho han cambiado las cosas desde que «Se busca vivo o muerto» hizo por primera vez su aparición en las cantinas, tanto reales como imaginarias.
En un principio, los carteles se encabezaban con ofertas de dinero o simplemente con la palabra «RECOMPENSA». Si bien ese método tan directo garantizaba la transmisión eficaz del mensaje, le faltaba sutileza. En los tiempos modernos hemos visto cómo se retiraba ese tipo de llamamiento. Los carteles contemporáneos apelan en primer lugar a los deseos de justicia del lector, y tan sólo en el interior del texto se alude a la recompensa por los esfuerzos realizados.
Un buen ejemplo de este enfoque moderno se puede ver en el cartel que apareció una semana después del asesinato del doctor Lin. Atado con bramante a la reja frente a la entrada de la consulta, podía leerse en él la palabra «HOMICIDIO». Aunque se ofrecía una recompensa de hasta mil dólares por cualquier información relacionada con el asesinato, esa precisión sólo aparecía en el interior del texto, en inglés y en español. El cartel era, de hecho, un modelo ya impreso con un espacio en blanco para añadir un número de teléfono y el nombre de la persona por la que había que preguntar. Si bien su producción en serie parece demostrar la eficacia de este enfoque más sutil, los escépticos podrían señalar que, en este caso, su contenido se alteró. Una semana después de su aparición en la escena del crimen, se descubrió que los mil dólares habían sido tachados con un rotulador negro y que encima se había escrito a mano 25.000$.
O. Hay que lamentar sobre todo el hecho de que:
- ¿Se ofreciera dinero por lo que debería ser un gesto desinteresado?
- ¿Sólo se ofrecieran mil dólares?
- ¿Pasaran siete días antes de la aparición del cartel?
- ¿No se colocaran carteles en ningún otro sitio?
- ¿No figurase el chino entre los idiomas del cartel?
- ¿Porque dan resultado?
- ¿Para aplacar al vecindario?
- ¿Para evitar pleitos por negligencia?
- ¿En mayor número en los barrios más ricos?
- ¿Con recompensas más elevadas en los barrios más ricos?
- ¿Una oferta?
- ¿Una exigencia?
Al principio, descubrí que no podía pasar por delante de la consulta del doctor Lin sin pararme. De día o de noche, yendo o viniendo, me descubría deteniéndome unos momentos delante de la verja, mirando hacia el interior. El rostro del retrato robot que la policía había mostrado brevemente, antes de que desapareciera, no me tranquilizaba en absoluto. Que tuviera una apariencia tan corriente me recordaba lo imposible que era determinar si los incontables rostros con los que me cruzaba todos los días albergaban sueños o pesadillas.
Todas las veces que me detenía, miraba fijamente el pasillo que llevaba hasta la puerta del médico, como si la intensidad de la mirada pudiera provocar que aparecieran las huellas del asesino como una imagen fotográfica en la bandeja de líquido revelador. Traté de disipar con razonamientos mi miedo, recién descubierto, a la oscuridad; después de todo, habían disparado contra el doctor en una tarde soleada.
Como cualquier herida, el trauma que supuso la muerte del doctor Lin fue desapareciendo con el tiempo. Los niños volvieron a jugar en el parquecito. El cartel con la palabra «HOMICIDIO» colocado delante de su consulta amarilleó con la lluvia y al final se lo llevó el viento.
Pasaron días sin que pensara en el doctor. Me di cuenta de que ya no me detenía delante de la verja. Sintiéndome culpable, telefoneé a la comisaría local. Si hubieran cerrado el caso, podría haber seguido adelante con mi vida.
«¿Se ha encontrado al asesino del doctor Lin?», pregunté al agente encargado del caso.
Su voz me reveló un tipo de cansancio que no había oído nunca. Me dijo que el caso seguía abierto.
Quise sentirme con derecho a saber todo lo que aquel hombre tan cansado había hecho o dejado de hacer para descubrir al asesino del doctor Lin. En lugar de eso, me sentí feliz por no haber padecido aquel cansancio suyo, aquella fatiga que dejaba sin color todas sus palabras.
Le di las gracias y colgué.
R. Este asesinato:
- ¿Hará más probables otros asesinatos futuros?
- ¿Los hará menos probables?
- ¿No tendrá efecto sobre asesinatos futuros?
- ¿Cambiará el futuro?
- ¿Confirmará el futuro?
- ¿Medir?
- ¿Dar por sentada?
- ¿Demostrar?
- ¿Garantizar?
- ¿Arrebatar?
ALTO
Ha terminado usted este test.
Siga adelante cuando le parezca que no hay peligro.
This entry was posted
on 11 octubre 2012
at 20:20
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