Con Anna Ajmátova, seguramente es la gran poeta rusa del siglo XX. Poeta compleja, que buscaba la musicalidad y dirigía su obra a lectores que supieran disponer de un "oído puro", es decir, lectores que supieran ver que lo importante no era ni el poema ni el tema, sino la "entonación", rompiendo, si era necesario, las normas sintácticas de la prosa (es decir, el terror para cualquier traductor). Una autora que se empeño en vivir en el ámbito de lo poético, que era el único afín a su naturaleza, que le proporcionó la posibilidad de desarrollar su talento. Como Vila-Matas escribió: "el mundo de la palabra se sometió al poderío de la poeta Tsvietáieva mientras que el mundo real la aniquiló".
Se suicidó durante la invasión alemana de Rusia, tras el asesinato de su marido y el arresto de una de sus hijas.
Comediante 4
Ya no te necesito,
y no es porque no contestaras
a vuelta de correo, cariño.
Ni por saber que estas líneas,
escritas con tristeza,
las leerás entre risas.
(Escritas por mí a solas -
¡y sólo para ti!- ¡por vez primera!
con alguien las descifrarás).
Ni porque rozarán
los rizos tu mejilla -¡Soy maestra
en leer acompañada!
Tampoco porque a un tiempo
suspiraréis inclinados
sobre las mayúsculas desvaídas.
Ni porque caerán a la par
vuestros párpados -es difícil
mi letra- ¡y en verso, además!
¡No, amiguito! -Es más fácil,
es peor que un enfado.
Ya no te necesito-
porque... porque-¡Ya no te necesito nunca más!
En la frente besar -penas borrar...
En la frente besar -penas borrar.
Beso la frente.
En los ojos besar, -el insomnio quitar.
Beso los ojos.
En los labios besar -dar de beber.
Beso los labios.
En la frente besar -la memoria borrar.
Beso la frente.
Es sencilla mi ropa...
Es sencilla mi ropa,
pobre mi hogar.
¡Soy una isleña
de islas remotas!
¡Nadie me hace falta!
si entras -pierdo el sueño.
Por calentarle la cena a un Extraño
quemaría mi casa.
Si me miras -ya nos conocemos,
si entras -¡quédate a vivir!
Es sencillo nuestro fuero,
está escrito en la sangre.
En la palma de la mano tendremos
la luna, si nos place.
Si te vas -es como si no existieras,
y como si tampoco yo existiera.
Miro la marca del cuchillo:
¿sanará antes
de que venga otro extraño
a pedirme agua?
Ya no te necesito,
y no es porque no contestaras
a vuelta de correo, cariño.
Ni por saber que estas líneas,
escritas con tristeza,
las leerás entre risas.
(Escritas por mí a solas -
¡y sólo para ti!- ¡por vez primera!
con alguien las descifrarás).
Ni porque rozarán
los rizos tu mejilla -¡Soy maestra
en leer acompañada!
Tampoco porque a un tiempo
suspiraréis inclinados
sobre las mayúsculas desvaídas.
Ni porque caerán a la par
vuestros párpados -es difícil
mi letra- ¡y en verso, además!
¡No, amiguito! -Es más fácil,
es peor que un enfado.
Ya no te necesito-
porque... porque-¡Ya no te necesito nunca más!
En la frente besar -penas borrar...
En la frente besar -penas borrar.
Beso la frente.
En los ojos besar, -el insomnio quitar.
Beso los ojos.
En los labios besar -dar de beber.
Beso los labios.
En la frente besar -la memoria borrar.
Beso la frente.
Es sencilla mi ropa...
Es sencilla mi ropa,
pobre mi hogar.
¡Soy una isleña
de islas remotas!
¡Nadie me hace falta!
si entras -pierdo el sueño.
Por calentarle la cena a un Extraño
quemaría mi casa.
Si me miras -ya nos conocemos,
si entras -¡quédate a vivir!
Es sencillo nuestro fuero,
está escrito en la sangre.
En la palma de la mano tendremos
la luna, si nos place.
Si te vas -es como si no existieras,
y como si tampoco yo existiera.
Miro la marca del cuchillo:
¿sanará antes
de que venga otro extraño
a pedirme agua?
This entry was posted
on 09 enero 2010
at 15:02
and is filed under
poesía,
tsvietáyeva
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.