Dibujante, guionista, novelista, pero, ante todo, humorista y dramaturgo español. Es el autor que faltaba en este blog de la columna vertebral de "la otra Generación del 27" (Jardiel, Neville, Mihura y López Rubio).
En palabras de José María Torrijos: "Neville y López Rubio, hacían un humor benevolente, más irónico el primero, en que los temas (comportamientos de animales, asuntos bíblicos y navideños, usos contemporáneos, aventuras de presidiarios, marineros e inventores, fantasmas, príncipes y princesas) están vistos desde un lado moderno, alejados de los cuentos sensibleros anteriores, conservando, eso sí, un punto de ternura y poesía. Más agresivo y audaz, Jardiel arrasa los tópicos y los somete a parodia: el teatro histórico, la zarzuela, el refranero... pasan por los rayos X de su pluma. Tono y Mihura, pirotécnicos de la palabra en sus chistes a base de dobles significados, despojan de malicia a sus personajes (redondos o triangulares) de bondadosa ingenuidad. Sus dibujos son artículos en píldoras. ¿Para qué llenar cuartillas si la idea se puede resumir en una frase?".
Desconozco dónde fue publicado este cuento por primera vez, esta versión se haya recogida en la miniantología "Con la lengua fuera" de 1958.

Nuestros sabios, que son los de ustedes, no cesan de buscarle tres pies al gato y raro es el día que no encuentran una nueva fuente de vida. Ayer fueron los antibióticos, hoy, la jalea real…
Parece ser que con esta substancia el hombre puede vivir mucho más, aunque no se sabe cómo se las va a arreglar el pobre, pues si con el término de vida de antes la “cos” estaba ya tan achuchada, al prorrogar este achuchamiento, no creo que el porvenir sea de color de rosa.
Pero, volvamos a nuestro tema: la jalea real, es, parece ser, el alimento principal de esos insectos himenópteros de la familia de los ápidos, conocidos vulgarmente por el nombre de reinas de las abejas y, también parece ser, que debido a este alimento, las abejas reinas logran vivir treinta veces más que las abejas obreras.
Ahora bien, este alimento es de difícil obtención, y por esta razón su precio resulta excesivamente elevado y no está al alcance de las clases humildes. Pues bien; nosotros, atentos a las clases humildes, que son amigas nuestras, hemos tenido una idea luminosa que puede revolucionar la vida más de lo revolucionada que está la pobre y, he aquí la idea:
Puesto que el encarecimiento de la jalea real se debe a la poca cantidad de este producto que puede sacarse de cada abeja, busquemos otra jalea real de otro animal de, también,vida larga. El elefante, sin ir más lejos, vive muchos más años que las abejas y no presume tanto. Busquemos, pues, la jalea de elefante y lograremos vivir tanto como él.
¿Qué es lo que más gusta a los elefantes? Según nuestras indagaciones, lo que más les entusiasma a estos mamíferos proboscídeos de la familia de los elefantideos de tronco grueso, cuello corto y nariz prolongada en forma de trompa, son los cacahuetes. De lo cual se desprende que la fuente más importante de vida es esta planta herboleguminosa anual, de hojas paripinadas, originaria de América, como las plumas Parker.
Comamos, pues, cacahuetes. En el cacahuete está el porvenir de la Humanidad.
Lo malo de esta aproximación al elefante, aparte de que pueda darnos un pisotón, es lo de que el elefante tiene una vida larga, pero bastante arrugada y eso, que para el hombre no es cosa grave, para la mujer es un obstáculo al que, seguramente, ha de resistirse, ya que la mujer teme más a las arrugas que la muerte, y esa calidad de percebe grande del elefante, no podrá nunca atraerla.. Pero, para ese caso también tenemos una solución: el loro.
El loro suele alcanzar también los cien años y como, por lo visto, el alimento ideal del loro es el chocolate, llegamos a la consecuencia de que la mejor jalea real es el chocolate. Prueba de esta teoría es la de que nuestras abuelitas tomaban chocolate y vivían más que nuestros abuelitos.
Total: que tomando chocolate, tomando cacahuetes y tomando jaleas de esas, la gente no se morirá nunca. Ahora que , lo que ocurrirá tomando todas esas cosas es que nunca podremos tomar el autobús.