Poeta, dramaturgo y filósofo existencialista rumano de origen judío. Sus primeros trabajos fueron escritos en rumano y en yiddish. Luego, una vez asentado en París, comenzó a escribir francés. Evolucionó desde el simbolismo y el expresionismo hasta el surrealismo. La soledad del emigrante fue uno de los temas que frecuentaron sus obras. Murió asesinado en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Canción del emigrante
¡Amargo, el sabor de nuestra suerte!
¿Para qué sirven sollozos y quejas?
Para el pan duro de un pasaporte
nos han tomado las huellas.
Padre mío que yaces bajo tierra
hasta la hora del Juicio,
¿por qué temes que yo muera?
¿por qué tengo yo miedo del vivo?
No hablamos ninguna lengua,
no somos de ningún país,
nuestra tierra es lo que cabecea,
nuestro puerto es el balanceo.
Vendedor de hambres, viejo rocín,
heme aquí sentado en un saco,
el cielo del lado de mi hijo
y yo del lado de la resaca.
Entre el cuero fino de las naranjas,
entre las masacres de cebollas,
atraco, absurdos compañeros,
en las grandes patrias extranjeras.
¡Cómo te fundes en mi garganta
sollozo del trópico!
Ni orar ni gritar
en la gran ruta infernal.
A Kiev, a Irkuzk, a Varsovia,
por Lima, por Sao Paulo...
¡Dios mío, qué perra vida
arrastrada de clima en clima!
¡Y qué amargura, oh beatitud,
deslizar el alma en ayunas
–sin materia, como un perfume–,
entre los dedos de la policía!
Remeros de una ficción antigua,
(¿cuándo acabará el periplo?)
navegamos por el múltiple
país de la maldición.
¡Oh madre cruel, Existencia!
¡Qué loba, para sus cachorros,
tuvo más ovarios en el seno,
y menos leche en sus ubres?
En este pobre barco fantasma
que es para sí mismo su puerto,
qué larga java el hombre
en el acordeón de la muerte.
¡Que llegue el fin de este mundo!
Ojalá pueda él cerrar nuestros ojos...
Llevad completamente solas la ronda
estrellas que estáis en los cielos.
¿Hemos nacido en un camino
que avanza y no acaba
a fin de romper nuestra corteza
entre la tierra y el más allá?
¿Acaso hemos partido del Olt,
del Dniepr y de Crimea
con el fin de llevarte, Rebelión,
hasta las entrañas de lo Creado?
... Padre mío, que yaces bajo tierra
con los ojos abiertos en la tumba,
¿sabes que bajo tu piedra se está mejor?
– Aquí, la tierra es toda de agua.
Nos han tomado las huellas
por toda la tierra, y más lejos.
¿Para qué sirven sollozos y lamentos?
El camino sigue y no acaba nunca.
XVI
El mundo ha acabado, el viaje
comienza.
¿Hay un sol
en alguna parte?
Tenemos miedo de la vida,
tenemos miedo de la muerte,
de todas esas viejas canciones
de nodriza.
Llevamos con nosotros
el peso de una raza de ancestros
que amaron mucho esta tierra
como para no odiarla.
Hemos salido de la piedra,
dura y salvaje,
fuimos rocas, raíces,
nunca pájaros, nunca nubes –
hojas de las cimas –
Los dioses, ¡ah!, están muertos.
Buscamos
a los hombres. A los hombres
que no tengan miedo de acabar
lo que queda de los dioses.
XXXIX
Ulises, hemos de despedirnos; la tierra acaba...
Las ratas, hace tiempo, nos han roído las cuerdas,
y las gaviotas picoteado la cera de nuestros oídos –
Atados por nosotros mismos, ¡es demasiado!
¿Quieres que nos arrojemos al mar – libremente?
¡Tengo prisa por escuchar la canción que mata
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on 30 septiembre 2010
at 19:50
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