"La traducción de los genes a música explora la frontera entre ciencia y arte".
La ¿noticia? ha sido leída aquí, en la sección de ciencias del diario "Público".
... El ADN está formado por la combinación de cuatro bases, representadas por las letras A, T, G y C. Los genes se traducen a proteínas, integradas por cadenas de 20 aminoácidos. Las series no son aleatorias como números extraídos de un bombo, sino que la función de cada proteína depende de su estructura, y ésta, de un ordenamiento concreto de aminoácidos que incluye secuencias consenso. De igual modo, la música no es un caos azaroso de notas, sino que respeta criterios de armonía.En primer lugar, hay que tener algún tipo de deficiencia intelectual para dedicar tu tiempo a comparar patrones repetitivos como los del ADN o los del tetris con patrones musicales. De todas formas, como dice el refrán "hay gente para todo". A lo mejor no hay nada detrás, nada más que un individuo con ganas de broma para reirse de la estulticia humana.
... El sistema pionero de Ohno ordenaba las bases del ADN por su peso molecular y empleaba cada una dos veces para completar una octava.
... Desde el trabajo precursor de Ohno, otros han seguido su estela, con fines que trascienden lo puramente recreativo para buscar patrones de armonía en la naturaleza, o incluso crear sistemas que permitan escuchar las mutaciones o descifrar la partitura que reproduce la evolución de las especies.
Resulta ya más preocupante que un periódico dedique sus páginas a propagar este tipo de, en el mejor de los casos, bromas o, el el peor, alucinaciones dementes de ¿artistas?
Lo que ya es el colmo de la estupidez es que existan admiradores de estas tonterías.
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on 27 julio 2008
at 13:59
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babayada
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