Poetisas en castellano - Pioneras (VIII)

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Aunque desconocidas para la mayoría, la literatura cuenta con escritoras ilustres desde casi sus comienzos. La literatura escrita por mujeres a lo largo de la historia ha tenido sus puntos álgidos en los períodos en los que la mujer gozó de mayor libertad y de acceso a la cultura (en los tiempos antiguos eso significaba pertenecer a una clase social elevada).
Podemos remontarnos al siglo IV a. C. y en la isla de Lesbos encontramos a Safo, una autora cuya obra sigue siendo editada y estudiada.
Podemos irnos también al siglo X, a las cortes de Provenza, donde las damas escriben y además se convierten en protectoras de los trovadores (Ermengarda de Narbona, Eleonora de Toulouse o Azalais de Marsella) o al siglo XIV, también en Francia, donde aparece la primera escritora profesional y feminista, Cristina de Pizán.
En España, con anterioridad a las primeras escritoras en lengua castellana, existieron poetisas en lengua árabe como al-Abbadiyya, Butayna o la granadina Hafsa al-Rumaykiyya.
Para encontrar a las primeras poetisas en castellano tenemos que irnos a la época de los Reyes Católicos cuando vivió y escribió Florencia Pinar.
En el siglo XVI es cuando empiezan a surgir autoras que ya son ampliamente reconocidas como Santa Teresa o Luisa Sigea.
En el siglo XVII, junto a María de Zayas y Sotomayor, cuyas Novelas ejemplares y amorosas (también llamadas "El Decamerón español") fueron editadas más de catorce veces a lo largo de su siglo y el siguiente, aparecen poetisas como Sor Juana Inés de la Cruz, Sor Marcela de San Félix (hija de lope de Vega), Cristobalina Fernández de Alarcón o Leonor de Cueva y Silva.
Subo hoy una pequeña muestra de alguna de esas autoras que fueron pioneras de la poesía en español.

FLORENCIA PINAR

No se conoce sobre su lugar y fecha de nacimiento, pero se cree que era una persona con una educación importante y, claro, perteneciente a la clase alta. Es una de las pocas poetisas cuyas obras fueron incluidas en la recopilación del siglo XV conocida como Cancionero General. Además, compuso sus poemas en el dialecto castellano característico de las clases altas educadas de su época.
  CANCIÓN
El amor ha tales mañas
que quien no se guarda dellas;
si se l'entra en las entrañas,
no puede salir sin ellas.
...............................
Es de diversos colores,
críase de mil antojos;
da fatiga, da dolores,
rige grandes y menores,
ciega muchos claros ojos;
y aquellos, desque cegados,
no quieren verse en clarura;
hállanse tanto quebrados
que dicen los desdichados
es un cáncer de natura,
a quien somos sojuzgados.
Entranos por las aslillas
cuándo quedo, cuándo apriesa,
con sospechas, con rencillas;
y al contar destas mancillas
tal se burla que s' confiesa,
y aun las más defendidas
señoras del ser humano,
cuando déste son heridas,
si saben y son garridas,
y a ellas come lo sano
y a nosotros nuestras vidas.


LUISA SIGEA
Políglota de lenguas vivas y muertas y con amplia cultura en filosofía, poesía e historia. Su gran obra fue el poema Syntra (escrito en latín). Escribió además el opúsculo Dialogus de differentia vitae rusticae et urbanae y Colloquium havitum apud villam inter Flamminia Romanam et Blesillam Senensem. Se conserva también un epistolario y varios poemas, entre otras obras, aunque mucho se ha perdido.

UN FIN, UNA ESPERANZA, UN CÓMO, UN CUÁNDO

OCTAVAS DE LA MISMA SEÑORA LUISA SIGEA DE VELASCO,
DECLARANDO: Habui mensos vacuos et noctes laboriosas,
et numeravi mihi (Job).

Un fin, una esperanza, un cómo o cuándo;
tras sí traen mi derecho verdadero;
los meses y los años voy pasando
en vano, y paso yo tras lo que espero;
estoy fuera de mí, y estoy mirando
si excede la natura lo que quiero;
y así las tristes noches velo y cuento,
mas no puedo contar lo que más siento.

En vano se me pasa cualquier punto,
mas no pierdo yo punto en el sentillo;
con mi sentido hablo y le pregunto
si puede haber razón para sufrillo:
respóndeme; sí puede, aunque difunto;
lo que entiendo de aquél no sé decillo,
pues no falta razón ni buena suerte,
pero falta en el mundo conocerte.

En esto no hay respuesta, ni se alcanza
razón para dejar de fatigarme,
y pues tan mal responde mi esperanza
justo es que yo responda con callarme;
fortuna contra mi enristró la lanza
y el medio me fuyó para estorbarme
el poder llegar yo al fin que espero,
y así me hace seguir lo que no quiero.

Por sola esta ocasión atrás me quedo,
y estando tan propincuo el descontento,
las tristes noches cuento, y nunca puedo
hallar cuento en el mal que en ella cuento;
ya de mí propia en esto tengo miedo
por lo que me amenaza el pensamiento;
mas pase así la vida, y pase presto,
pues no puede haber fin mi presupuesto.


ISABEL DE CASTRO Y ANDRADE
Otra autora cuya vida es poco conocida. Han llegado hasta nosotros algunos poemas en castellano y un soneto escrito en gallego.

COMPETENCIA ENTRE LA ROSA Y EL SOL

Púrpura ostenta, disimula nieve,
entre maleza peregrina rosa,
que mil afectos suspendió frondosa,
que mil donaires ofendió por breve.

Madre de olores a quien ambas debe
lisonjas, no por prenda de la diosa,
mas porque a los aromas deliciosa
lo más sutil de los alientos bebe,
en prevenir al sol tomó licencia:
sintiólo él, que, desde un alto risco,
sol de las flores halla que le incita;
miróla al fin ardiente basilisco,
y ofendido de tanta competencia,
fulminando veneno la marchita.


LUISA DE CARVAJAL Y MENDOZA
De sus poemas no existen ejemplares originales. Algunos de ellos se conocen por la publicación que terceras personas hicieron de ellos. La temática de toda su obra es eminentemente religiosa. En poesía, ensayó todas las formas que se usaban en el barroco: las tradicionales letrillas, décimas, romances, liras, redondillas, villancicos, octavas reales y sonetos. Aunque su obra literaria no adquirió renombre en su tiempo, hoy está considerada una de las grandes poetas místicas con Juan de la Cruz, Teresa de Ávila y fray Luis de León.

SONETO
En el siniestro brazo recostada
de su amado pastor, Silva dormía,
y con la diestra mano la tenía
con un estrecho abrazo a sí allegada.

Y de aquel dulce sueño recordada,
le dijo: "El corazón del alma mía
vela, y yo duermo. ¡Ay! Suma alegría,
cuál me tiene tu amor tan traspasada.

Ninfas del paraíso soberanas,
sabed que estoy enferma y muy herida
de unos abrasad ísimos amores.

Cercadme de odoríferas manzanas,
pues me veis, como fénix, encendida,
y cercadme también de amenas ñores."


SILVIA MONTESER
No he encontrado referencias sobre su vida y obra salvo que podría ser hija del autor teatral Francisco Antonio de Monteser. Sin embargo su nombre figura en numerosos catálogos de poetisas de la época.

SONETO A LA MUERTE DE FELIPE III
No pases, huésped, no, para y admira
la pompa de este túmulo arrogante
y esa inscripción te informará elegante
que es lengua muda de esta excelsa pira.

Penetra el mármol y en su centro mira
triste cadáver el cristiano atlante,
contra el hereje rayo fulminante,
que ya su imperio y majestad expira.

Aquí verás los triunfos por despojos
colgajos en el templo de la muerte,
donde huella la púrpura y cayado.

Más si no son dos ríos tus dos ojos
no pares, huésped, no, para y advierte
que aquí vives y mueres retratado.

This entry was posted on 09 noviembre 2012 at 20:05 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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