Djuna Barnes (V)

Posted by La mujer Quijote in ,



En algún lado leí que Djuna Barnes fue periodista para sobrevivir, narradora para ser inmortal y poeta para ser feliz, y curiosamente su obra poética es la más desconocida pese a dedicarse a ella en exclusiva durante casi treinta años.
La versión de los poemas es la de Osías Stutman y Rosa Lentini.


Canción de cuna
Cuando era niña dormía
con un perro,
vivía sin problemas y
no pensaba en maldades;
corría con los niños y jugaba a la pídola;
ahora es la cabeza de una joven la que reposa en mi brazo.

Luego crecí un poco, recogía llantén en el patio;
ahora vivo en Greenwich, y la gente no
me visita;
luego planté semillas de pimienta y
las aplasté con fuerza.
Ahora estoy muy callada y rara vez hago planes.

Entonces me pinchaba el dedo con una espina o un cardo,
me llevaba el dedo a la boca y corría hacia mi
madre.
Ahora yazgo aquí, con mis ojos en una pistola.
Y habrá un mañana y otro, y
otro.



El árbol del esclarecimiento
Todos los niños, alguna vez, y cogidos de la mano
van a los bosques a quedar huérfanos
y a ser atendidos entre las hojas. El tronco helado
que el espíritu azota en primavera, ¿enmendará
el invierno en el coche fúnebre? ¿
Sacará de su hoyo la mancha que fue César? ¿Encontrarán los malditos
que rastrillan los huesos de gorrión que los fuegos carbonizaron
a los peregrinos caídos, con un árbol clavado en sus espaldas?



La muerta caminando
Llamadla la muerta-caminando; decid que adonde va
enturbia su bosque con sangre. Yo cierro de golpe una verja.
Notifico que su hueso axial engancha la rosa.
¿Y qué puedo decir del mío? Que gira como el rechinar de una mueca.
La impugno a ella que pesca el tiempo con un punzón como cebo.
¿Qué hacen, mientras tanto, mis sesiones?Señalan a una tumba.
Pues bien, aguantemos, o pisemos y esperemos
que nos cubra el pesado manto del buitre en su caída
(esa virginal resurrección y su carga)
¿O debemos congelarnos y discutir junto al muro?



Trofeo de caza
Mientras devano la persistencia del árbol de silenciada lengua,
y echo carbono catorce para encontrar el domicilio del tiempo.
Los vengativos viejos desmemoriados
esperan:
llego, yo llego a ese sendero y miro allí
y veo el volteado ojo del sueño y de la ira
y oigo a los batidores decir "!Se esconde en tierra¡"
Entonces sacudo el alma y la golpeo en la cara
para que tome aliento.

This entry was posted on 24 octubre 2013 at 19:33 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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