Tristan Tzara (II)

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Agua salvaje
los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el triángulo sostiene otro triángulo

el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol dientes cargados de sueño

el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la canción
una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos

todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora

su ojo sólo se abre para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles


Introducción a Don Quijote
Trote de caballo ágil y veloz me ha sido la vida
He sabido recorrer todo el mundo
Solamente una muchacha ha sido mi amor
y he dormido hasta muy tarde en las mañanas

El viejo caballo se ha disipado en pedazos
que serán roídos por gusanos y ratones
Mi amor: he aquí la sabiduría que no está en los libros
Quédate callada junto a la mesa y sige cosiendo

Yo te diré lo que te está esperando de ahí en adelante
Sige cosiendo mi pensamiento en un vestido de seda
hasta que te duelan los ojos -y serás novia
hasta que mi pensamiento será libre.

This entry was posted on 28 enero 2010 at 20:49 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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