Raymond Carver

Posted by Arabella in ,

Escritor estadounidense muerto ahora hace diez años. Padre del "realismo sucio", esa corriente caracterizada por su tendencia a la sobriedad, la precisión y una parquedad extrema en el uso de las palabras en todo lo que se refiera a descripción. Los objetos, los personajes, las situaciones se hallan caracterizadas de la manera más concisa y superficial posible, el uso del adverbio y la adjetivación se reducen al máximo. Los personajes típicos siempre son seres vulgares y corrientes que llevan vidas convencionales (en la línea de sus referentes, O. Henry y J.D. Salinger)

Miedo
Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.

Ya dije eso.

Versión de Rigoberto Rodríguez



Mi cuervo
Un cuervo se posó en el árbol que hay frente a mi ventana.
No era el cuervo de Ted Hughes, ni el cuervo de Galway.
Ni el de Frost, ni el de Pasternak, ni el cuervo de Lorca.
Tampoco era uno de los cuervos de Homero, impregnados
de sangre coagulada tras la batalla. Era sólo un cuervo.
Que jamás encajó en parte alguna
ni hizo nada digno de mención.
Se quedó ahí en esa rama durante unos minutos.
Luego alzó el vuelo maravillosamente
y salió de mi vida.
Versión de Jaime Priede



La corriente
Estos peces no tienen ojos
Estos peces plateados que vienen a mi en sueños,
y esparcen sus huevos y fluidos
por los rincones de mi mente.

Pero hay uno que viene...
duro, asustado, silencioso como el resto,
uno que tan sólo se mantiene a contracorriente,

Y cierra su oscura boca en contra
de la corriente, la abre y la cierra
mientras se ajusta a la corriente.

This entry was posted on 21 octubre 2008 at 10:20 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

0 comentarios

Publicar un comentario