Alice Walker

Posted by La mujer Quijote in ,


Novelista, cuentista, poeta y ensayista estadounidense. Ninguna de esas facetas es ajena a su activismo político a favor de la mujer, contra el racismo, contra el sexismo y contra la violencia.
La versión de los poemas creo que es la de Margarita Alarcón Perea, pero no estoy segura.



¿Recuerdas?
¿Recuerdas?
¿Me recuerdas?
Soy la chica
de la piel oscura
y los zapatos gastados.
Soy la chica
con dientes cariados.
Soy la chica
negra de los dientes podridos
con el ojo herido
y la oreja destrozada.
Soy la chica
que sostiene a sus hijos,
cocina sus comidas,
barre sus patios,
lava sus ropas.
Oscura y pudriéndome
y herida, herida.
Yo daría
a la raza humana
tan sólo esperanza.
Soy la mujer
con la piel oscura bendecida.
Soy la mujer
con los dientes arreglados.
Soy la mujer
con el ojo sanado,
con la oreja que oye.
Soy la mujer: Oscura,
arreglada, curada,
que te escucha.
Yo daría
a la raza humana
tan sólo esperanza.
Soy la mujer
que ofrece dos flores
con raíces gemelas.
Justicia y Esperanza.
Comencemos.



Conservaré cosas rotas
Conservaré
cosas
rotas:
la fuente de barro
grande
con iguanas
al relieve
persiguiéndose
sus
colas;
dos
de sus
sabias
cabezas
cortadas.

Conservaré
cosas
rotas:
la vieja
canasta
hecha
por esclavos
traída
a mi
puerta
por Mississippi,
un dentado
hueco
excavado
en su robusto
cuerpo
de roble
oscuro.

Conservaré
cosas
rotas:
la memoria
de
aquellas
largas
deliciosas
noches
flotando
contigo.

Conservaré
cosas
rotas:
en mi casa
allá
queda
un
honorable
anaquel
sobre el cual
conservaré
cosas
rotas.
Lo bello de ellas
está
en que
nunca
necesitarán
ser
"reparadas".
Conservaré
tu
sonrisa
salvaje,
libre,
aunque
ahora
se ha perdido
su tranquilizador
y
agradecido
gozne.

Conservaré
cosas
rotas:
!Muchísimas
gracias!
Te
conservaré:
peregrino
de
pena.
Me
Conservaré.



Si te caes siete veces
Amo a un hombre que no merece
mi amor.
¿Le ocurrió a tu madre?
¿Se despertaba tu abuela
sin saber por qué
en medio de la noche?

Pensaba que el amor se podía controlar.
Pero no es así.
Sólo el comportamiento puede controlarse.
Morderte con fuerza la lengua
antes que hablar.
Herirte los labios.
Tachar su número
con tanto cuidado
que no seas capaz de llamar.

El amor me ha hecho enfermar...

Quienquera que sea él,
no vale la pena todo esto.

Y nunca podré
relajar mis dientes lo bastante
para hacérselo saber.

This entry was posted on 07 junio 2013 at 20:53 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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