Adonis (III)

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Los poemas pertenecen al volumen "Singulares" de 1977. La versión es la de Trino Cruz y Khalid Raissouni.




Página de una historia secreta de la muerte —>
Propágate oh vapor, oh sangre mía y acompaña mis
prolongaciones
allí hay olas que llegan desde orillas invisibles
y que dicen ser mis prolongaciones
allí hay una arcilla que encubre su nombre
una letra desterrada de su voz
un horizonte al borde de otro horizonte
que dice ser mis prolongaciones
y entre un músculo y otro músculo deshabitado
que dicen ser mis prolongaciones.

Y tú, flor de los dolores, dótame de otras posibilidades
que seas maternidad              flor con tus miles de estambres y
pistilos,
de cúpulas y corolas oh dótame — acuérdate de mi rostro
sobre el que te inclinabas cada vez que el agua o el aire
nos reunía para descifrar la muerte
nuestros olores se mezclaban
y nuestros miembros crecían gemelos.

Entonces yo te decía: «Te vas a morir prendida por
el agua.»
tú me decías: «Te vas a morir prendido por el sol.»
Pero,
en el momento en el que tú entre mis ojos te marchitas  —>
nada nos separa más que una llama, una llama
y los dédalos del domingo, del sábado, del viernes, del
jueves.
Asocio en ti el deseo con el sabor a tierra,
y la alegría con el aroma de la muerte
y aquí está mi cuerpo
tatuado con manchas amargas
que trepan entre mis palabras
se espesan las malezas del insomnio
se elevan ante mí las montañas
duermen los árboles
y cada piedra tiene dos orejas con las que me oye.

Yo me figuraba que la mano fue una mano
que el rostro fue el rostro
y era aquello una pura complicidad con la arena.



5
La tierra no era una herida
sino un cuerpo
¿cómo seria posible entonces el viaje
entre la herida y el cuerpo
y cómo asentarse allí?

Pero la herida empieza a convertirse en palabras
y el cuerpo se convierte en pregunta —>
Se quebró una brizna de hierba, de su tallo salió una
mariposa
y de su cabeza un brote del color del deseo.
Yo uní un elemento con otro
mezclé el follaje con el tronco
los ramajes con la arcilla
y dije: «Es precisamente de allí que vendrá el futuro.»

Así crecen los árboles con semblanza humana
humanos con semblanza de nubes
y dije: «A mí me pertenece el trono de Sannin
y a Sannin el poder de las nubes.»
Y empezó a redoblar como una campana
con el sol detrás suya como si fuera una cabra extraviada.

Poco a poco el sol me llevaba hacia la ruina y un agua
en él me enloquecía
me dije: «Desciendo entre las ramas en la música de
las manzanas
y de las cerezas.»
Cuando del lado de las cerezas vino una voz
y la cima del Sannin llegó desnuda
         (Sannin: un cuerpo vestido solo de nubes       que el
viento desnuda)

«Poned las tablas
para que se acerque este hombre erguido.»
Me senté para ver
luego me levanté, anduve descalzo bajo una lluvia que
se reía
y el aire era una quejumbrosa flauta
nombré pie al espacio y me dirigí hacia el camino.
«¿Cuándo alcanzará el umbral?», oí el viento
preguntándole al viento
«¿Cuándo pondrán las tablas?», oí a la piedra
preguntándole a la piedra
¿Cuándo saldrá del día
éste que se eleva como un número y cuyos nombres
son el fuego?

¿Por qué palideces en sus ojos, oh mundo?
¿es su rostro el que confunde y ciega?
Córtate en dos
hiéndete, oh mundo, derrúmbate
tú eres la hoja, él es la chispa
y la locura dinamita sus entrañas.

Él cantó, como antaño cantaron sus amigos los
poetas-bandoleros
entre Damasco y la Meca
tu mano no es tuya para cogerlo
ni siquiera tus ojos son tuyos para verle
él habita un lugar invisible:
la libertad
y tú, encarcelas la ilusión
mientras que él
poco a poco
encarcela al tiempo
y lo arroja en la fuente de sus palabras.

¿Acaso envejece el viento?
¿puede el horizonte forcejear en una tela de araña?

Sannin oía y veía,
pero no hablaba:
los que sí hablaban eran sus objetos.
Cuando oí el saludo de las piedras
huí y empecé a tropezar con las piedras
cuando me incliné para recogerlo
oí su canto bajo mi palma
oí la melancolía de un árbol
cuyo tronco ante mí temblaba como un estanque.

El árbol me dijo: Acércate. Mis pies me dijeron: No te
apresures. Vi el Sannin dormir en una nube
y se despertó rápidamente
y entre sus ojos tenía un sueño que se parecía
a mis propios sueños —>

This entry was posted on 03 junio 2013 at 21:00 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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