Daniil Charms - "Un soneto"

Posted by La mujer Quijote in ,

Hoy me sucedió algo extraño: de repente olvidé si primero venía el 7 o el 8. Fui con mis vecinos para conocer su opinión sobre esa secuencia. La extrañeza de ellos y la mía fueron grandes cuando, de pronto, descubrieron que ellos tampoco podían recordar cuál era el orden de esos números. Ellos se acordaban de contar 1, 2, 3, 4, 5, 6, pero olvidaban qué número seguía. Entonces decidimos ir a la tienda más cercana, la que está en la esquina de las calles Znamenskaya y Basseinaya, para consultar ese asunto con la cajera. La cajera nos sonrió como compadeciéndonos, se sacó de la boca un lápiz y, moviendo su nariz con suavidad adelante y atrás, nos dijo:
–En mi opinión, el siete viene después del ocho sólo si el ocho viene después del siete.
Le dimos las gracias a la cajera y salimos contentos de la tienda. Pero luego, pensando con cuidado en lo que dijo la cajera, nos pusimos tristes porque sus palabras estaban vacías de significado.
¿Qué se supone que haríamos? Fuimos al Jardín Primavera y empezamos a contar árboles, pero al llegar al seis nos deteníamos y empezábamos a discutir. Algunos opinaron que el siete era el que seguía; pero otros decían que era el ocho. Estuvimos discutiendo mucho tiempo cuando, por un golpe de suerte, un niño se cayó de un banco y se rompió los dientes. Eso nos distrajo de nuestra discusión.
Y cada uno se fue a su casa.

This entry was posted on 22 agosto 2011 at 13:31 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

9 comentarios

Esto es una especie de Haiku aplicado al relato, ¿no?. El minimalismo llevado al extremo. No conocía al autor y he estado revisando lo que has publicado de él y la verdad es que con algunos como este o "ancianas deplomándose" o las miniaturas me he quedado patitieso, aunque rumiándolas luego, la verdad es que no están nada mal.

22 de agosto de 2011, 14:09

Bueno, más que "nada mal" para mí están "muy muy bien". Pero las vanguardias de principios del XX son una de mis debilidades (aunque muchísima gente no entienda qué es lo que yo veo en el absurdo, el surrealismo o el dadaísmo) así que no soy objetiva. Manías mías.

22 de agosto de 2011, 15:50

En ningún caso pretendía parecer despectivo ni con el autor ni con tu opinión, simplemente quizá soy más lento en apreciar este tipo de vanguardias en lo referente a la literatura que, por ejemplo en lo refernete a la música, donde el siglo XX es una debilidad para mi, y muy particularmente los rusos. Soy sincero al decirte que se que merece la pena analizar más detenidamente al autor (por mi parte me refiero).

Saludos.

22 de agosto de 2011, 17:38

Oscar, perdona si mi respuesta pareció un reproche, no era mi intención, me expresé mal, sé que tu comentario no era despectivo ni nada parecido. Lo siento. Además sé que algunos surrealistas sí te gustan, como Leonora Carrington.
Mi comentario era general y te decía las reacciones que suelo encontrarme habitualmente sobre autores de esos movimientos (me refiero a reacciones de los lectores comunes de mi entorno).
A mí me pasa lo contrario que a ti, las vanguardias musicales no me llegan, no termino de encontrarles el punto. En general, claro, siempre puede haber cosas concretas que me gusten, pero en general no llego a ellas.
Lamento el malentendido.
Un saludo.

22 de agosto de 2011, 18:11

Se me borró esto.
Además me gustan los autores crueles (en el blog hay algunos ejemplos, aunque tal vez no con sus obras más significativas, como Agota Kristof, Géza Csáth o Ambrose Bierce).
Charms suma para mi la crueldad y la vanguardia, autor completo.

22 de agosto de 2011, 18:17

Que va, quizá tampoco yo me expliqué. No me ha parecido un reproche en absoluto. El escribir sin verse la cara es lo que tiene, yo pretendía en realidad darte la razón, decir que a veces son más difíciles de entender los autores (musicos, literatos o pintores por igual) que se separan más de la via tradicional. A veces, todo hay que decirlo porque entre ellos se esconden artistas que tiene la vía fácil de hacer unas rayas en un lienzo por ejmplo y decir que eso es arte y si no lo entiendes, el problema es tuyo.
Simplemente el primer contacto suele ser al menos curioso. Y eso me ha pasado con estas micropiezas. Me han sorprendido. Pero esta claro que hay autores que se expresan mejor con novelas de 300 páginas y otros con relatos de dos páginas (me pasa, lo comenté hace poco, con Paley, me gustan más sus relatos mas breves en general). En este caso se resuelve en un solo párrafo. Lo cual no presupone nada. Hay que darle la misma oportunidad que a Victor Hugo.
Por cierto, Ambrose Bierce es una debilidad para mi también. La crueldad bien ejercida es magnéticamente atractiva.

22 de agosto de 2011, 18:30

Tienes razón, las vanguardias suelen servir también para ocultar una falta absoluta de talento. Hay vanguardias actuales, postmodernas, postpostmodernas o conceptuales, que son una simple pose estúpida de alguien que no tiene nada que decir (y que no sabría cómo decirlo si lo tuviera) pero que se cree mejor que tú y, como dices, si no lo entiendes es que tienes un problema.
Sin embargo no veo eso en los vanguardistas de hace un siglo (en general).

22 de agosto de 2011, 19:00

Ya había leído cosas de este autor en tu blog y me hicieron mucha gracia aunque duela todo al leerlo porque siempre hay alguien que se pega la bofetada, que se ahoga en un río, etc.
Sí que es absurdo pero a mí tb este absurdo de principios de XX me gusta tb.No sé la de veces que habré leído La Cantante calva de Ionesco y todas las veces me parto de risa!

23 de agosto de 2011, 20:03

Sí, en muchos de sus relatos está esa crueldad y violencia absurdas.
"La cantante ..." es un valor seguro.

23 de agosto de 2011, 21:00

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