Turismo rural

Posted by Arabella in

Este artículo es un refrito. Lo encontré en muchas versiones en diferentes páginas de Internet. Me decidí a cortar y pegar un poco para intentar dejar una versión lo más completa posible. Está relacionado con algo que yo decía en una entrada anterior (Otra visión) con respecto a lo de plantearnos algo sobre la realidad de los lugares que visitamos. Esta vez el planteamiento se hace desde el humor.

Turismo rural
Hay un timo que funciona últimamente en una escala difícil de imaginar hace años, es el del Turismo Rural.
Antes, a esto se le llamaba "ir al pueblo" y tenía dos versiones, la pija de ir a la casa de la sierra o la playa y la normal (irse a la casa de los abuelos en un pueblo cualquiera, sin sierra ni playa), denominada por los anteriores, turismo paleto. Ahora se han unificado las versiones y lleva nombre pijo. Pero hay una diferencia. Antes ibas a tu pueblo gratis. Ahora, si haces turismo rural, vas a un pueblo que es como el tuyo pero no es el tuyo y pagando un dineral. Bueno, no exactamente. Para hacer turismo rural no vale cualquier pueblo, tiene que ser un pueblo "con encanto". ¿Y qué es un pueblo "con encanto"? Pues un pueblo que sale en la guía de “Pueblos con encanto" (si es que lo hay que explicar todo).
Normalmente descubres el pueblo (con encanto, no lo olvidemos) leyendo una guía. La guía, por la que también has pagado una pasta, te describe mil maravillas y te remite a una web para hacer las reservas. Lo normal es que la web sea una porquería con tres fotos y un poco de texto (el mismo, faltas de ortografía incluidas, que traía la guía). De todas formas los precios están bien. Es todo carísimo, pero tiene encanto. Intentas reservar por la web pero no hay manera, así que te decides a hacer la reserva por teléfono (un teléfono móvil, claro, para que la factura suba un poco). Todo es fácil y rápido. Bueno, los precios son un 35 por ciento más caros (la web no se había actualizado en los últimos seis años), pero que demonios, ya metidos en faena, adelante.
Llega el gran día y tras 350 Km de autopistas de peaje encontramos la señal que nos indica el desvío hacía el pueblo. Al pueblo se llega, no podía ser de otra forma, por una carretera comarcal "con encanto" que es una carretera llena de baches y curvas. Para que todo sea perfecto, a la salida de una curva te encuentras de golpe con una vaca y ¡zas! una aleta del coche a tomar por el culo (con suerte la paga el seguro, pero había una señal de “ganado suelto”, no es fijo que el seguro te cubra, ha sido imprudencia). Pero no pasa nada, lo que te vas a reír en la oficina contando a tus compañeros cómo atropellaste a una vaca.
Llegas al pueblo y estás tan cansado que sólo quieres bajarte del coche, así que te paras en el bar para relajar. Cuando entras al bar intentas integrarte con los vecinos:
- ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí?.
Y el del bar piensa: "Pues aquí lo típico es que vengan los gilipollas de la ciudad los fines de semana a dejarse dos mil euros".
Lo siguiente es alojarse en la casa rural o "casa con encanto". Esto es, una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos en el techo (que no se han limpiado desde que se actualizó la web), que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Eso sí, tiene unos mosquitos que por la noche hacen más ruido que tu vecino “cani” poniendo reguetón en el coche. Luego te das cuenta, eso sí, que los del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto. Pero tienen jacuzzi, parabólica, Internet y portero automático (no saben vivir). Tu casa no tiene portero automático pero tiene una llave que sólo te cabe en la mochila y pesa más de medio quilo.
Una ventaja que tiene hacer turismo rural es que puedes elegir entre una casa vacía o vivir con los dueños. Estupendo. Te vas de vacaciones y además de la tuya tienes que aguantar una familia postiza (pero claro, con los dueños dentro te ahorras un pico). ¿Que por la noche tú quieres ver Lluvia de Estrellas y ellos La Noche Temática? Te planteas: "¿Quién manda más, yo que he pagado el sueldo de dos meses por una semana o este señor que vive aquí?". Pues gana él, claro, tiene garrote.
El campo, qué bonito. En eso, el dueño de la casa te dice que tienes la posibilidad de “integrarte en las labores del campo" (por una módica cantidad, claro) . No lo dudas, los niños estarán encantados, nunca han visto una vaca ni una oveja. Así que te despiertan a las cinco de la mañana para ordeñar a una vaca. A la vaca le tiene que sentar como una patada en las ubres que la despierten a las cinco de la mañana para que le toque las tetas un extraño. La vaca te mira como diciendo: "Tío , si quieres leche vete a la nevera y coge un tetra brick". Es que son ganas de molestar.
A las 8 es hora de desayunar. Te preparan un café con la leche que has ordeñado (o eso te hacen creer) y disfrutas con esas hogazas de pan de pueblo (aquí no dicen pan rural) que cuando te dicen "me pasas el pan por favor"te produce la misma sensación que cuando tienes que sacar la rueda de repuesto del maletero del coche por haber pinchado. Ahora, eso si, tiene esa miga bien apelmazada que cuando se moja en el café este desaparece, vamos que si se te ocurre llevar unas migas para echar de comer a los patos o los peces en el pantano, me río yo de la sequía.
Pero el "encanto" definitivo son las "actividades al aire libre". Como cuando te ponen a hacer senderismo, que es lo que habitualmente se llama andar por el monte, y que consiste, pues eso, en poner un pie delante de otro hasta que no puedas más, mientras los del pueblo te adelantan en un todoterreno con aire acondicionado. Pero tú encantado. Vas por el campo como abducido. Te vuelves bucólico y todo te parece impresionante: ves una boñiga de vaca y sueltas:
- Ummmmmh qué olor a pueblo.
¿A pueblo? A pueblo no, huele a mierda de vaca. Eso sí a mierda "con encanto". Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria. En el mesón te ponen dos huevos fritos con chorizo y tú:
- En Madrid no te comes tú estos huevos.
- En Madrid no te comes tú estos chorizos.
- En Madrid no te tomas tú esta Coca-Cola (claro, en Madrid te la dan fría o con hielo).
Y le dices al camarero:
- Oiga ¿a que este chorizo es de matanza?
- Pues casi, porque a punto estuvo de matarse en la curva el del camión de Campofrío.
Yo creo que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, pero el fin de semana distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coche, avisan a los del pueblo con el móvil:
-¡Eh, que vienen los del turismo rural¡
y cambian el cartel de "Viedeoclub" por el del "Tasca", sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos abuelos haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.
En fin, yo creo que un montaje tan grande como éste no puede ser obra de personas aisladas. Estoy segura de que están implicadas las autoridades. Me imagino al alcalde:
- Queridos paisanos: este verano, para incrementar el turismo, vamos a importar más mosquitos del Amazonas, que el año pasado tuvieron mucho éxito. Y quiero ver a todo el mundo con boina, nada de gorritas de Marlboro, todo lo más de “Caja Rural” o “Piensos Biona”. ¡Y haced el favor de pintaros el entrecejo, que no parecéis de pueblo¡ Ah, por cierto, este año no hace falta que nadie haga el tonto del pueblo, con los que vienen de fuera ya tenemos bastantes.

This entry was posted on 19 agosto 2008 at 20:55 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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